Como utilizar una espuma o gel de limpieza facial

Como comenté en el artículo 4 sencillos pasos para cuidar tu rostro en el cual se detallan los pasos para el cuidado diario del rostro, hoy les voy a explicar la importancia de la espuma o gel facial de limpieza.

Todos los días, lo notemos o no, la piel se ensucia, segrega grasa, elimina toxinas por medio del sudor, acumula impurezas y si utilizamos maquillaje la obstrucción que se produce en los poros es mayor aún. Por esto se vuelve indispensable la utilización de un producto que libere la piel de estas acumulaciones que a corto y largo plazo causan diferentes daños a la piel.

Esto puede ser evitado si se toma la sencilla costumbre de lavar el rostro, primero al despertar, por la mañana, y luego en la noche justo antes de dormir. Solo dos veces al día, es todo lo que se necesita.

El producto de limpieza facial que utilices será el que cubra las necesidades de tu piel, siempre sugiero que sea en espuma o gel, ya que estos son los que liberan realmente los poros de las impurezas del día y al ser retirado con abundante agua la piel queda limpia. Sin embargo, si tienes una piel sensible o seca, posiblemente tu limpiador sea en crema, leche o loción, estas fórmulas brindan confort a este tipo de pieles limpiándolas, pero manteniendo la humectación que necesitan. El tipo de limpiador facial que utilices no debe producir irritación, picor o tirantez en el rostro, sino todo lo contrario, deberá proporcionarte una agradable sensación de bienestar.

La cantidad de producto a utilizar no debe ser exagerada, además que si tienes un producto de formula profesional no necesitaras mucho, pues son más concentrados en principios activos y por ello rinden más. Lo primero es humedecer el rostro con agua, aplicar el producto con las yemas de los dedos y masajear, al producirse espuma debes extenderlo para distribuir el limpiador por todo el rostro, cuello y escote, esto puede tomarte solo un par de minutos, luego enjuaga con abundante agua, hasta que no queden residuos.